Nota de prensa04/08/2025

Una familia berciana costea la adquisición de tres bombas solares para garantizar el abastecimiento de agua a 7.000 habitantes de Kilela Balanda (Congo), con una inversión de 10.817 euros

Entre los proyectos que tenemos en el área de Cooperación internacional de Cáritas Diocesana de Astorga hay uno al que deseábamos dar respuesta desde hace tiempo. Pero la falta de financiación para afrontarlo hizo que no se pudiera llevar a cabo antes.

Afortunadamente hemos conseguido el apoyo económico de una familia berciana que se ha implicado en esta acción aportando el coste de la actuación.

La implicación de esta familia, que desea permanecer en el anonimato, nos congratula especialmente por lo que supone de compromiso y apuesta de las personas por quienes no tienen la suerte de vivir en zonas o países menos desfavorecidos. Es una muestra de generosidad y solidaridad que nos anima en nuestro trabajo diario de intentar mejorar la vida de las personas que peor situación tienen.

 Adquisición de bombas solares para abastecer de agua a 7.000 personas en Kilela Balanda

Este proyecto supone garantizar el abastecimiento de agua a 7.000 personas residentes en el Congo, en Kilela Balanda. Para ello son necesarias bombas solares que acercan el agua a las viviendas a través de fuentes públicas accesibles a toda la población.

Ya habíamos instalado unas bombas solares que evitan que mujeres y niñas se vean obligadas a caminar 12 km diarios para acarrear el agua necesaria para una familia, con un peso enorme además, de unos 20 litros, sobre sus cabezas. Pero las que habíamos conseguido, de fabricación china, adquiridas en el mercado local, no disponen de recambios en caso de averías y tienen limitada su vida útil a 15 meses. Y nos encontramos ante esta situación, que suponía dar un paso atrás en el abastecimiento de agua que con tanto esfuerzo se había logrado.

Por esa razón, y tras asesorarnos convenientemente, buscamos financiación para costear la adquisición de tres bombas de la marca Lorentz, consideradas las mejores bombas sumergibles del mercado. De hecho, ya en 2019 habíamos adquirido una de esta marca, que sigue funcionando desde entonces de manera ininterrumpida.

Las tres bombas ahora adquiridas han supuesto un coste de 10.817 euros, que ha financiado en su totalidad la familia referida. Y se han instalado en el terreno con ayuda de la población local.

Lo que se ha conseguido con esta inversión es que si antes el agua estaba a 1,2 km de las casas, ahora la casa más alejada de la fuente está a 100 metros. Por lo que el recorrido diario se ha reducido de 12 kilómetros a 1.

Los problemas que ha sorteado este equipamiento

Las bombas han sido adquiridas en Francia, desde donde se han enviado directamente a Lubumbashi a través de una empresa de transporte. El envío se retrasó más de un mes debido a problemas de stock.

Aunque existe un convenio firmado con motivo de la visita del Papa Francisco a Kinshasa, hace dos años, que exonera a la Iglesia Católica del pago de tasas en todo lo destinado a fines sociales en el país, recibimos una reclamación de tasas de 5.452 dólares. Después de una complicada negociación se consiguió rebajar esa cantidad a 2.000 dólares.

También era necesario aumentar la capacidad de almacenamiento de agua, para lo que se necesitaban tres cisternas de más de 5.000 litros cada una, así como aislar el manantial y el excavado para la construcción de un depósito con suficiente capacidad para el buen funcionamiento de las bombas. Todo ello protegido dentro de una caseta para evitar contaminación externa y con ello la propagación de enfermedades como el cólera.

Además, la instalación de las bombas de este tipo requiere un técnico cualificado que hemos encontrado en Lubumbashi. Ha instalado dos de las tres bombas, y guardamos una por si se produjera alguna avería, como repuesto, ya que en ese caso la llegada del material necesario desde Francia puede demorarse meses.

Superados todos estos inconvenientes, las bombas solares ya están funcionando y garantizando el agua potable a 7.000 personas de Kilela Balanda.