La persona voluntaria
La formación: es deseable que siempre exista un Plan de Formación que permita el crecimiento integral de cada persona voluntaria.
El acompañamiento y seguimiento: acompañar significa estar con la otra persona, pero dejando la distancia que necesite para estar cómoda en su acción. El acompañamiento conlleva un seguimiento.
La participación y la toma de decisiones: constituyen un proceso de implicación y de compromiso por parte del voluntariado, de compartir y sentirse parte de Cáritas.
El reconocimiento: hay que hacer consciente al voluntario de que su labor está siendo útil y necesaria para Cáritas y para la sociedad en general.